Como dice un antiguo proverbio: «Si
quieres ser fuerte, hazte el fuerte». Si asumes una fisiología llena de
vitalidad, de dinamismo, exaltada, entonces adoptas automáticamente ese estado.
En cualquier situación, la palanca más
potente de que disponemos es la fisiología, porque es rápida y no falla. Entre
la fisiología y las representaciones internas existe una vinculación total; si
se cambia la primera cambian inmediatamente las segundas. Cuando cambias tu
fisiología (esto es, tu postura, tu patrón respiratorio, tu tensión muscular, tu
tono), se modifican al instante tus representaciones internas y tu estado
emocional.
Como yo suelo decir, «la mente no
existe, sólo existe el cuerpo y el cuerpo no existe, sólo existe la mente».
ANTHONY ROBBINS